lunes, 30 de septiembre de 2013

¡Un poco de salto en el Alazán!

  Este Domingo Carmen y yo fuimos al Alazán (Escuela Hípica San Cosme) a dar una clase de salto suelta con nuestra amiga Elena, que monta allí de forma regular.
De tanto ir a verla a ella en concurso, nos picó la curiosidad por ir y saber cómo es una clase allí, como son montados los ponis y también para aprender un poquito más sobre salto y practicar algo de recorrido.
Yo estaba algo nerviosilla, no sabía en que poni me iban a poner y demás.
Llegamos sobre las 9.30, y lo primero que nos dijo Bea (quien nos iba a dar la clase) fue a quién íbamos a coger, que resultaron ser Castle para mí y Lyon King para Carmen.
Los cepillamos un poco y preparamos. Elena cogió a Noggus y en la clase siguiente cogería a Hero.
Salimos a pista, y después de un par de indicaciones de Bea, con los estribos colocados y todo en orden, empezamos a calentar.
Siendo breves, quise morirme durante los primero 20 minutos, ya que hicimos un calentamiento para saltar, trabajando las piernas, con mucho trote en suspensión.
Entre que los ponis eran B, con sus mini tranquitos y lo cortos que llevaba los estribos (por eso de que yo hago Doma, estoy acostumbrada a llevar los estribos larguísimos) las piernas me estaban pidiendo papas al poco rato de empezar. Fue mejor cuando hicimos algo de trote sentado sin estribos, aunque Castle era algo inestable y me tambaleaba un poco.

  Empezamos con una cruzada aislada. Castle he de decir que es un magnñifico profesor, iba casi solito al salto, medía perfectamente y en fin, ni una pega para él. Esto me sirvió para aprender a medir bien y no querer saltar antes que él, no levantarme antes de tiempo y tampoco echarme hacia delante (unos de mis principales fallos).
Así continuamos con 0.50 y 0.60 aislado y luego de galopar un poco, hicimos el recorrido.
Definitivamente, me gusta más tener una semana de margen para estudiarme una reprisse que apenas 4 minutos para memorizarme un recorrido.
Es más, me comí un salto y tuve que repetirlo por saltar el equivocado jejeje.
También he de decir, que casi me la pego en una ocasión, en la que por echarme mucho hacia delante, me quedé en el cuello del pobre Castle...
Hicimos el recorrido un par de veces, que terminaba con un fondo, y genial.
Al final de la clase, mientras Elena hacía su recorrido a 0.80 con fondo de 0.90 con Noggus, nosotras nos
dedicamos a galopar y alargar.
Esta parte me encantó, por que Castle, con poco que le pidas ya sale disparado en cero coma, y paraba bastante bien.
Al acabar las clase, enfriamos y comentamos un poco la hora con la profesora y Elena.

La verdad, me quedé con ganas de más, así que espero volver otro día a dar otra clase, ya que además de útil, fue bastante divertida.
Por suerte, tengo fotos para enseñar, gracias a Aitana que se quedó allí con mi cámara.
Igual no se ven muy bien, pero se aprecia lo básico y como recuerdo valen perfectamente. ^^

Fondo 0.60.

Carmen con Lyon.
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Fondo de 0.90. Elena con Hero.











Taduff, uno de los ponis que más me gustan del club.


Alargando el galope.
Castle.







Hero.


sábado, 28 de septiembre de 2013

domingo, 8 de septiembre de 2013

Semana de descanso.

Bueno, como hace un tiempo que no escribo, y aunque no tengo mucho interesante que contar, escribiré esta entrada hablando de esta semanita "light" en la hípica.
Como nuestra profesora Natalia está de vacaciones, no había clases, y fuimos a ayudar un par de días al club.
Para empezar decidimos darle un lavado de cara al guadarnés de escuela, y bueno, después de una hora y algo limpiándolo y ordenándolo quedo impoluto; veremos cuento tarda en volver a su estado normal jajajajajaja.
Ese mismo día por la tarde, sacamos a los ponis al prado a pastar y corretear un poco, a parte de darles cuerda para que trabajasen. Como no podía ser de otra forma, yo cogí a Luna (♥) para darle cuerda, y la verdad es que colocada está preciosa, espero que nuestro objetivo de adecentarla durante el Invierno y que en Primavera se vaya colocando y demás dé sus frutos, por que sería *-*

Y bueno, el resto de días (que fue sólo uno más, pero bueno) nos dedicamos a arreglar un poco a los ponis de escuela, con ducha, arreglo del peinado, lavado de cola y crines... y de nuevo a galopar un poco en el pradito.
Una semanita relajada, ¡renovando fuerzas para el curso que viene!