Blanco caballo andaluz,
déjame admirar tu color,
fijar tus altivos ojos
y contar los pelos grises
de tu porte rociero.
Cantaré a la marisma tu
brío,
entre los juncos de la
laguna,
y al fondo, Sierra Nevada,
reflejando la luz de la
luna.
Bello caballo andaluz,
hazte un nudo en la cola,
arregla tus largas
cernejas,
calza tus polainas viejas
Y marcha de romería.
Chaquetilla oscura,
herraduras nuevas,
borreguillo en montura,
latiguillo y espuelas.
Bravo caballo andaluz,
galopa raudo por el campo;
mosquero en frontalera,
nobleza por bandera,
elegancia a cada tranco.
Andrea Rodríguez Martínez.