viernes, 11 de enero de 2013

Crítica a la ignorante sociedad de hoy en día.

Antes de empezar, tengo que decir que esto es un texto argumentativo, posiblemente en algunos casos no tenga la razón de forma completa. Espero no ofender a nadie con mi opinión.


Vivimos en una sociedad “maravillosa”, en la cual abundan los prejuicios y las etiquetas, gracias, como no podría ser de otra forma, a eso que tanto abunda en todos nosotros, la ignorancia.Gracias a ella, podemos encontrar todo tipo de incomprendidos por la mayoría de la gente, o simples estereotipos (estilos de vestir, musicales, aficiones, deportes…) juzgados y tachados sin saber, de los que solo se preocupa aquellos que descubren el secreto mal visto que guardan.Yo voy a hablar de lo que sé, y de lo que me duele, la hípica.Las personas de hoy en día tienen dos opiniones (basadas en afirmaciones erróneas) sobre ella:
O bien es que es  un deporte de para pijos millonarios o, ya directamente, ni un deporte. 

 Caso típico: “Sólo se mueve el caballo, el jinete/amazona está encima para dirigirlo, sentado, como en el sofá  de su casa vaya, se podría tomar hasta una Coca Cola.”
Habrá quien piense esto, y quien lo comparta. Por mi parte he de decir un par de cosas:

Respecto al ejercicio físico, puedo garantizar que se hace, no a la intensidad de otros deportes, pero se hace. Está demostrado que sólo con le movimiento de cadera que realizamos con el caballo al paso (el más lento de los “aires”), estamos moviendo un 60% de los músculos de nuestro cuerpo, y al trote elevado, un equivalente a hacer sentadillas durante 30 minutos (durante un calentamiento). Esto no son más que datos técnicos para corroborar lo que muchos caballistas ya saben, y es que quien va encima está realizando un esfuerzo físico considerable.También es común encontrarse a gente que asegura que montar es “muy sencillo” ya que “el caballo lo hace todo”. De nuevo la ignorancia pasa a ser la protagonista.
Hasta que estás arriba, no te das cuenta de que estás subido a algo con vida, con temperamento, que si no tiene un buen día o simplemente, buena disposición, a ver como haces para realizar cualquier ejercicio por simple que sea, si es que antes  no acabas en el suelo de un bote.



Es un deporte de equipo muy especial, ya que no existe ninguna otra práctica en la que se llegue a crear un vínculo con otro ser vivo diferente a nosotros como puede ser un caballo. Nunca dependes de ti mismo ni de tu condición, es un deporte de dos, que tienen que pasar a ser uno. Otro aspecto bueno de la equitación es que hay disciplinas para todos los gustos y colores, contando con más de 40 (4 de ellas olímpicas) cada una más rara que la anterior (como el Volteo, que consiste en hacer gimnasia acrobática a lomos de un caballo a galope) o el Horseball (baloncesto a caballo).



 













Me centro en la famosa opinión de que “La hípica es para pijos”, he de decir que:
El mundo del caballo es como un iceberg. 
La gente ve lo que está en la superficie del mar, es decir, lo famoso, lo que sale en la televisión… véanse los concursos internacionales, en los que participan los “cuatro ricos” elitistas (no todos) que pueden cubrir todos los gastos que originan sus caballos como seres vivos con necesidades que son, además de los múltiples viajes a las diferentes sedes. 


Sí, la alta competición ecuestre es un mundo caro y vedado para unos pocos.
Pero como todo, tiene una tremenda base detrás, me refiero al resto del iceberg que se encuentra debajo del agua, que,  aunque sea la tremenda mayoría del bloque de hielo la sociedad no ve, pero está ahí.
Con esto me refiero a la gente como yo, que monta a caballo por que no encuentra mayor divertimiento, para los que no existe nada más bonito que galopar, sintiendo bajo sus pies el alma incansable de un animal, tan poderoso como hermoso.Para los que no nos importa si las botas son de goma o de cuero curtido, para los que el valor de un caballo no va en cuanto salte o deje de saltar, o de que país venga, o de su pureza de raza. 

Aunque muchos lo ignoréis, el mundo de la hípica se resume a eso, a toda esa gente que simplemente le encantan los caballos y no busca nada más que echar una carrera en un prado cualquiera, o hacer obstáculos con un palo y dos sillas, NO son todos politos de marca, pantalones blancos impecables y caballos de un millón de euros. Hoy en día se tiende a coger el todo por una parte, y muchas veces eso no es verdad, llegando a coger ideas totalmente equivocadas sobre el tema, y empezar a hablar y hablar sin saber (la ignorancia puede llegar a ser muy atrevida).





sábado, 5 de enero de 2013

jueves, 3 de enero de 2013

Reconocimiento del terreno.

Hace un par de días (para ser más exactos el Miércoles 2 de Enero... vale, ayer) Carmen y yo tuvimos el honor de hacer la primera ruta a caballo de nuestro club hípico.
Para ser sincera, tenía bastantes dudas sobre si iba a llegar de una pieza de vuelta al picadero, ya que Luna (la poni alazana que monto normalmente en clases y que aún tiene bastante por aprender) nunca había salido de ruta y no sabíamos si estaba o no acostumbrada a los coches o a las hordas de perros locos que nos ladrarían desde las casas cada 7 segundos.
Para alivio de todos fue bastante tranquila,
aunque a Míster (el caballo tostado que va detrás, con Carmen) lo de torpe se le quede algo corto.



Y bueno, después de dar 97847583 vueltas no encontramos ningún camino de monte así que habrá que salir más veces... Malo será que estemos rodeados de bosques y no demos con el camino para llegar a ellos jajajaja